Escudo papal | ||
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Versiones | ||
Véase «Galería» | ||
Información | ||
Entidad | Santa Sede y Ciudad del Vaticano | |
Propietario | Francisco | |
Adopción | 13 de marzo de 2013[1] | |
Descripción | ||
Blasón |
De azur, con el símbolo de la Compañía de Jesús: un sol radiante y llameante con las letras, de gules, IHS. Sobre la H una cruz de gules y debajo tres clavos de sable (Cristo). En la parte inferior, de oro, a la diestra una estrella de ocho puntas (Virgen María) y a la siniestra una flor de nardo (San José). | |
Timbre | Mitra pontificia de color plata con tres franjas doradas que representan los tres poderes (orden sagrado, jurisdicción y magisterio), unidos verticalmente entre sí en el centro, indicando unidad en la misma persona. | |
Tenante | Llaves de san Pedro acoladas, cruzadas y atadas por un cordón rojo. | |
Lema |
Miserando atque eligendo (Lo miró con misericordia y lo eligió) | |
Desde Inocencio III, cada papa de la Iglesia católica ha tenido su propio escudo papal o pontificio, que ha servido como insignia de su papado.
Todos los escudos papales habían contenido la tiara entre sus atributos y, desde el pontificado de Bonifacio VIII (1294), las dos llaves cruzadas (símbolo de la potestad dada por Cristo a san Pedro), hasta que Benedicto XVI alteró esta costumbre heráldica sustituyendo la tiara por la mitra y el palio.
El papa Francisco mantuvo la mitra en sustitución de la tiara, pero eliminó el palio de Benedicto XVI. A su vez, Francisco cambió la forma del escudo, eligiendo el modelo denominado "español". Benedicto XVI había elegido la forma de "cáliz" (con la parte superior ligeramente curvada hacia abajo). También incluyó, por primera vez en la historia, un lema: Miserando atque eligendo (en español, Lo miró con misericordia y lo eligió).
Las llaves representan el poder temporal (plateada) y celestial (dorada) inherente al papado, haciendo referencia, al párrafo del evangelio según San Mateo Cap. 16, Vers. 18-19:
"Tu eres Pedro (piedra) y sobre esta piedra edificare mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella, Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
De esta manera, en la heráldica eclesiástica, las llaves simbolizan la autoridad espiritual del papa como vicario de Cristo en la Tierra.